El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria: mucho más que una fiesta

 La celebración más multitudinaria de la ciudad celebra en 2023 el 25 aniversario de su Gala Drag Queen, consolidada como todo un acontecimiento social y cultural de impacto internacional… y una verdadera industria, que genera una rentabilidad de 40 millones de euros en su inversión

 

2023 es un año grande para el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. La celebración más multitudinaria, participativa e internacional de la ciudad afronta el primer programa completo sin las restricciones que se impusieron por la pandemia de la Covid en los dos ejercicios precedentes. La agenda del Carnaval, cuya temática general se dedica este año al universo del mítico club neoyorquino Studio 54 y la música disco, abarca desde el 10 de febrero al 5 de marzo. En este último fin de semana tendrá lugar su gala con más proyección global: la gran cita Drag Queen. Las plataformas son una de las señas de identidad inconfundibles de este gran evento que alegra el invierno en la urbe más poblada de Canarias.

Que el Carnaval de la capital grancanaria es mucho más que una fiesta se pone de manifiesto desde mucho antes de que se inicien sus actos. Con una actividad que abarca en su producción y preparativos prácticamente todo el año (incluyendo los ensayos de sus murgas y comparsas y el trabajo de aspirantes a sus coronas), la fiesta estrenó edición el 4 de febrero, con una presentación de candidaturas a sus cuatro galas más relevantes: la Infantil, la de la Gran Dama, la clásica de la Reina y la Gala Drag Queen.
A partir del 10 de febrero, el Carnaval instalará sus principales actos en el Parque Santa Catalina, con la celebración de las principales galas y concursos del programa. Entre ellos, el concurso de disfraces (11 de febrero), la Gala de la Gran Dama (12 de febrero), el concurso de comparsas (17 de febrero), la final de murgas (el 18 de febrero, tras tres noches de fases previas), la Gala Infantil (el 19 de febrero), su prestigioso Concurso Internacional de Maquillaje Corporal (el 21 de febrero, Martes de Carnaval), la icónica Gala de la Reina (24 de febrero) o incluso su ya consolidado y popular Carnaval Canino (el 26 de febrero).

La Gala Drag Queen (retransmitida a nivel internacional y habitual Trending Topic mundial en Twitter cada año) cumplirá su 25 aniversario el viernes 3 de marzo, en una de las noches más esperadas de la fiesta. Antes, el 20 de febrero se celebra una reñida preselección de finalistas, también en el Parque Santa Catalina, en la que más de una veintena de aspirantes dan lo mejor de sí ante el público, pero sin cámaras. Las reinonas que pasan esta ronda preservan de este modo su efecto sorpresa para las grandes audiencias en la noche de la final. Una velada en la que se reivindica la transgresión y la libertad como sus grandes valores.

El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria tiene también un marcado carácter de celebración popular y urbana, más allá de sus certámenes. Cita estrella es su Gran Cabalgata por todo el prolongado centro urbano (el 4 de marzo). O su Entierro de la Sardina (que da fin a la fiesta, el 5 de marzo). Además, Santa Catalina y el entorno de la Plaza de la Música, junto al emblemático Auditorio Alfredo Kraus (en el extremo oeste de la Playa de Las Canteras) acogerán las celebraciones del Carnaval de Día, con una gran animación de público disfrazado y música en directo. Esos conciertos también se programan en la citada Plaza de la Música en las Noches de Carnaval, con una oferta adaptada a distintas audiencias y dos escenarios: Disco Salsa y Urban Dance.


En su conjunto, el Carnaval es, en realidad, mucho más que una celebración popular y social: forma parte de la propia identidad de Las Palmas de Gran Canaria, una ciudad abierta y cosmopolita (en permanente contacto con Europa, Africa y América desde que a finales del Siglo XIX su Puerto se hiciera fuerte como nodo atlántico estratégico). De ahí la fuerte inversión que la organización, la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria, sociedad municipal que depende del Ayuntamiento de la ciudad, dedica al programa de las fiestas. Esto es, entre tres millones y medio y cuatro millones de euros. Con todo, la rentabilidad también está asegurada: la actividad del sector audiovisual y cultural, los negocios y restauración en torno a las zonas de celebraciones, el impacto alojativo y los sectores productivos vinculados a los festejos (desde la elaboración de los disfraces hasta el transporte público) elevan el impacto económico del Carnaval a unos 40 millones de euros estimados, según estudios previos realizados recientemente en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.