La Reina del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2020 recibirá un nuevo cetro hecho a mano con vidrio reciclado
Diseñado por la artista grancanaria Luna Bengoechea, la idea está inspirada de la flora de Gran Canaria, en concreto en el pino canario, exponente máximo de su naturaleza endémica y como homenaje tras el incendio del pasado verano en la isla
Esta pieza única, orgánica y artesana se enmarca en el acuerdo de colaboración entre el Ayuntamiento y Ecovidrio para analizar el impacto ambiental de las fiestas e implementar medidas para que sea un evento sostenible, siendo el cetro de la Reina el elemento que simboliza el propósito del proyecto
Las Palmas de Gran Canaria, miércoles 5 de febrero de 2020.- La Reina del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2020 lucirá, después de dieciocho años, un nuevo cetro. El Ayuntamiento capitalino, en su apuesta por un Carnaval más sostenible y en colaboración con Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro para el reciclaje de envases de vidrio, presentaron este miércoles, sobre el escenario de «Érase una vez…», el cetro que recibirá la candidata que resulte ganadora en la gala del próximo viernes 21 de febrero. Un cetro diseñado por la artista grancanaria Luna Bengoechea y que ha sido fabricado en su totalidad con envases de vidrio reciclado.
El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, la concejala de Carnaval, Inmaculada Medina, el gerente de Ecovidrio en Canarias, Jorge Peña, y la representante de la agencia La Escalera de Fumío, agencia que ha desarrollado la idea, Marta Bernard, mostraron en rueda de prensa esta pieza única, orgánica y artesana.
El nuevo cetro, realizado por Cristina Botelofuso en uno de los pocos talleres que aún fabrican piezas artísticas a mano en Sevilla, está hecho en su totalidad con envases de vidrio reciclados. Se trata de una obra de artesanía exclusiva y diferente ya que el vidrio reciclado posee características muy peculiares y orgánicas por su densidad mixta debido a la mezcla de vidrios de diferentes densidades y por las burbujas que se generan en su interior.
Su diseñadora, Luna Bengoechea, se ha inspirado en la naturaleza endémica de Gran Canaria y más en particular en el pino canario, para transmitir, además, un mensaje de esperanza tras el incendio que asoló el monte de la isla el pasado verano. De este modo, lo que hasta ahora era sólo una joya que pasaba de reina en reina, a partir de este año será un símbolo de toda una ciudad que apuesta por la sostenibilidad.
De 43 centímetros de largo, unos 8 centímetros de ancho y de aproximadamente 2 kilogramos de peso, la parte superior del cetro representa una piña pulida sobre efecto transparente y barnizada para darle más matiz que se apoya sobre un mástil trabajado con una técnica de arenado. Como detalle, en su interior, en la punta inferior, tiene vidrio fundido rojo rosáceo.
El cetro es y siempre será un símbolo de la Reina del Carnaval. Un cetro 100% sostenible que pretende recordar que la verdadera joya que hay que preservar es la ciudad Las Palmas de Gran Canaria, como una metáfora de la intención de todos sus ciudadanos por ser más sostenibles, adaptándose a los nuevos tiempos y a la necesidad de un cambio en el comportamiento para preservar el medio ambiente.
Este nuevo cetro es el símbolo más visible de una serie de acciones que se pondrán en marcha durante la celebración de los Carnavales para medir su impacto medioambiental en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
El Ayuntamiento y Ecovidrio se han unido para realizar la primera medición del impacto ambiental del Carnaval en la ciudad con la finalidad de implementar una serie de acciones para, año a año, reducir ese impacto y caminar hacia un Carnaval cada vez más sostenible.
Además de un refuerzo en la operativa de recogida de envases de vidrio durante las carnestolendas, el objetivo del acuerdo de colaboración es medir consumos, la producción y gestión de los residuos y los desplazamientos de los asistentes para cuantificar la huella de carbono y la huella ambiental que se genera. Con todo ello, se hará una valoración con una herramienta de análisis del ciclo de vida del vidrio para establecer un plan de mejoras que ayude a reducir su impacto.