El recuerdo de Charlot en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria

 

 
 

La inconfundible silueta de Charlie Chaplin y su icónico bigote guardan una relación particular con el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Relación indirecta pero curiosa, en la que también se explica el propio carácter de las fiestas en la ciudad y los llamados personajes del Carnaval.

El genuino Chaplin fallecía en diciembre de 1977: el mismo día de Navidad, en concreto. El universal cineasta, cómico y escritor se fue dejando un halo de inmortalidad por todo lo que había aportado a la cultura popular. Apenas unos meses después, el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria dedicó su cartel de 1978 al célebre Charlot. Eran apenas los terceros carnavales celebrados después de la dictadura franquista. El gesto de la organización sintonizaba con el espíritu de apertura y libertad en el que se celebraran las fiestas ya en aquellos nuevos inicios.

Antes, desde 1976 comenzó a hacer sus apariciones en los carnavales de la capital grancanaria un hábil imitador de Chaplin, natural de Santa María de Guía (en el norte de Gran Canaria) que pronto adquirió el sobrenombre del Charlot del Carnaval de Las Palmas. Era Santiago García Díaz, uno de los más célebres personajes en la historia de la fiesta.

Don Santiago fue fiel al Carnaval año tras año, siempre caminando al paso de Charlot y moviendo su bigote de forma cómica. La organización incluso le reservó un hueco en el cartel de 2007, obra de Pablo Losa, en un año en el que se celebraba la Belle Epoque.

Santiago García falleció poco después del Carnaval de 2001. Su entierro fue, como él quiso, "una fiesta llena de carnavaleros con ganas a divertirse”, con grupos de Carnaval y personajes de la fiesta, todos disfrazados. Hoy, la ciudad lo recuerda con una plaza que lleva su nombre y una estatua, en el barrio de Sansofé.